En su editorial de Cada Mañana, Marcelo Longobardi dialogó con el analista Sergio Berensztein acerca de la  llegada de Jorge Taiana al ministerio de Defensa. De manera sorpresiva, el Gobierno designó este lunes a Jorge Taiana como ministro de Defensa. Taiana, de 71 años, se desempeñaba como senador nacional por la provincia de Buenos Aires y sucederá a Agustín Rossi en la cartera nacional. Para comprender los motivos detrás de la designación, el equipo de Cada Mañana dialogó con el analista político Sergio Berensztein.
“Jorge Taiana fue echado del gabinete de Cristina, igual que Alberto, en un momento de mucha tensión interna en el kirchnerismo”, recordó el analista.
Asimismo, detalló: “Lo echaron de una forma bastante especial, comparándolo con Amado Boudou que era en esa época un parámetro de lo bueno del gabinete”. Para Berensztein, Taiana “es una persona de trayectoria en el peronismo, cercana al cristinismo”. “Es una figura que tuvo sus peleas con Cristina pero en los últimos tiempos se encolumnó detrás de dos elementos cruciales, uno, unir al peronismo detrás de Cristina olvidando las peleas viejas, y el otro elemento importante de Taiana es que él se convirtió en uno de los impulsores del acercamiento del peronismo a China”, agregó. Para el analista, “esto no solamente compromete la política exterior del país sino también a partir de hoy la política de defensa”. “Recordemos que China tiene una base militar supuestamente con fines científicos a cien km de Vaca Muerta, esto abre a partir de ahora un conjunto de interrogantes, cómo va a influir la figura de Taiana en las relaciones exteriores y en la política de defensa de la Argentina”, cuestionó Berensztein.

El rol de Argentina en América:

Berenszteitn recordó que Taiana fue “uno de los fundadores del Grupo de Puebla”, unión de países que tuvo “como intención compensar el peso de los EEUU”. “Argentina y México tuvieron el sueño que terminó en pesadilla de vacunar a todo el continente con la vacuna de AstraZeneca”, agregó el analista. “Entre la política de Defensa y la política exterior hay múltiples puntos en común. Argentina planteó desde un comienzo en la administración de Alberto Fernández una política ambigua en política exterior, con la idea de ser una especie de puente de negociación con los actores más conflictivos de la región”, explicó Berensztein, quien remarcó que “con el concepto siguiente, si todo el mundo está enfrentado nadie puede negociar, alguien tiene que ser el amigo del loco del barrio. La Argentina quería cumplir ese rol”. “Esa ambigüedad si tuviera detrás una política sofisticada bien llevada adelante puede ser interesante. Lo que pasa es que la gestión de la política exterior argentina ha sido incomprensible y ha tenido capítulos bochornosos como los votos en la OEA”, concluyó el analista político.   Escuche la editorial compelta AQUÍ.