¿Tiene el Frente de Todos candidatos competitivos? ¿Cuál es el reto de Juntos por el Cambio? Las encuestas sobre un cambio de voto y las expectativas sobre el futuro.
Estamos a tres meses de las PASO, a realizarse el 12 de septiembre, de no mediar nuevos cambios en el cronograma. Dos meses después, el 14 de noviembre, se celebrarán las elecciones generales. Ante el proceso electoral las certezas no abundan y el escenario se caracteriza principalmente por su alto nivel de incertidumbre. Sin embargo, es posible realizar un examen parcial de cada espacio político para distinguir las aparentes fortalezas y debilidades, extraer algunas conclusiones provisorias y destacar los principales interrogantes.
Aunque existen tensiones internas, inherentes a la propia naturaleza de las coaliciones, el oficialismo parece estar más ordenado y coordinado, cerrando filas en la defensa de su gestión. A pesar de que algunos sospechaban de la solidez que tendría el Frente de Todos, por la heterogeneidad de los actores que lo conforman, el espacio ha logrado conservar la cohesión y la posibilidad de ruptura, al menos por ahora, es marginal.
Sin embargo, la solidez interna debió pagar un alto costo: solo fue posible gracias a que las principales figuras moderadas se han mimetizado con los sectores más duros (Alberto Fernández), han claudicado en sus convicciones (Martín Guzmán), se han replegado a sus territorios (gobernadores) o llamado a silencio sobre temas espinosos (Sergio Massa). Al respecto, se ignora cuál es la opinión de Massa sobre el realineamiento de la política exterior, en particular los guiños al régimen chavista (recientemente Argentina retiró su apoyo a la demanda que pesa en La Haya contra Maduro). Cuando esta semana se reúna con altos funcionarios del Departamento de Estado que conduce Anthony Blinken, el tema probablemente suja y se verá obligado a brindar algunas explicaciones.
Debido a que la contrapartida de la cohesión fue el proceso de radicalización del Gobierno, que se ha convertido a esta altura en la cuarta administración kirchnerista, surge una pregunta fundamental: ¿Posee el Frente de Todos candidatos competitivos para estos comicios? Para repetir la estrategia de 2019, debería exhibir líderes moderados que permitan cosechar votos del centro del espectro ideológico. El proceso de radicalización le permitió al presidente Fernández refugiarse en el núcleo duro de la coalición, pero limita ahora la capacidad de maniobra del Frente de Todos. Respecto a quién podría encabezar la lista en la provincia de Buenos Aires, la madre de todas las batallas, por el momento solo hay especulaciones: Daniel Scioli, Victoria Tolosa Paz, Fernanda Raverta, Luana Volnovich; son algunos de los mencionados.
Por otra parte, el Gobierno deberá enfrentar un entorno que le es muy desfavorable. La crisis económica provocada por la pandemia y la cuarentena dinamitó el nivel de actividad, generando desempleo y pobreza. Los planes de asistencia desplegados por el Estado solo son un paliativo en el medio de tanta destrucción. Según datos de D’Alessio IROL – Berensztein, el 69% de los argentinos dice que está, en comparación al año pasado, en una peor situación económica. Pero el pesimismo también prima respecto al futuro: el 58% supone que dentro de un año se encontrará aún peor.